Ubicación
Qaqa Cárcel se ubica en la provincia de Cotabambas, distrito de Haquira. Se sitúa a solo 20 metros de la plaza principal de este distrito, elevándose imponente sobre la zona.
Descripción y características
Qaqa Cárcel consiste en un macizo rocoso de origen volcánico, con una circunferencia de 500 metros y una altura de 37 metros. Al ingresar por la puerta principal y caminar unos metros, se llega al patio central que posee 60 metros de área. Este patio solía tener una canaleta que proveía de agua a los reclusos.
Desde el patio se observan dos entradas: una inferior que conduce a los calabozos, y otra superior hacia la bóveda del Tribunal de Justicia. Rodeando el conjunto existen muros de piedra de 4 m de altura donde se situaban los vigilantes.
Dentro de la roca fue tallado el Tribunal con una sala abovedada y ventana en forma oval. Se conservan los asientos del Juez, Fiscal, Notario y acusados. Los calabozos constan de 3 celdas excavadas con 20 m de profundidad usadas para prisioneros varones y otra para mujeres.
La Cárcel de Piedra de Apurímac es un asombroso testimonio de la época colonial en Perú. Imagina una prisión tallada directamente en la roca viva, creando un lugar tan fascinante como inquietante.
Al acercarte, verás una enorme pared de piedra con entradas misteriosas. La entrada principal, como una boca oscura en la roca, te invita a explorar su interior. Arriba, pequeñas ventanas horadadas en la piedra te hacen imaginar a los prisioneros de antaño mirando al exterior.
La textura de la roca, llena de surcos y marcas del tiempo, cuenta silenciosamente siglos de historia. El contraste entre la robusta piedra, crea una imagen inolvidable.
Esta cárcel no es solo un recordatorio de tiempos pasados, sino también una maravilla arquitectónica que desafía la imaginación. ¿Cómo lograron los constructores coloniales crear algo tan duradero y único? Visitar la Cárcel de Piedra de Apurímac es como viajar en el tiempo, ofreciéndote una experiencia única que combina historia, naturaleza y el ingenio humano.
Historia
En la época incaica el lugar era considerado una huaca sagrada de peregrinación. Ya en la Colonia, atraídos por minerales, los europeos le dieron uso como cárcel desde 1650, encapsulando prácticas prehispánicas. Su función penitenciaria culminó en 1928 con el fin de las torturas en este recinto.
La cárcel de piedra, ubicada en el corazón de Haquira, Apurímac, es considerada una de las prisiones más temibles del Perú. Construida por los españoles bajo una gigantesca roca con una única entrada y salida, este frío y asfixiante espacio albergaba a los nativos encarcelados por desobedecer o negarse a trabajar en las minas de oro y plata bajo el sistema de la Mita.
Antes de visitar la cárcel, conviene recorrer la plaza principal de Haquira y el templo colonial de San Pedro, vestigio de la arquitectura española. Cerca de la plaza, se encuentra la escalofriante cárcel de piedra, cuyo austero interior revela celdas extremadamente reducidas donde los prisioneros sufrían el intenso frío y la falta de oxígeno. Aquellos que morían eran enterrados en un pequeño túnel, sin esperanza de salir jamás.
El complejo albergaba también el tribunal de Justicia, donde se decidía el destino de los acusados. La sala de la Santa Inquisición era el lugar donde se juzgaban los delitos y se dictaban las severas y a menudo mortales sentencias, como un recordatorio del poder y la crueldad de la justicia de aquella época.
Accesibilidad
Para llegar, se parte de Cusco (5 horas) hacia Chumbivilcas, y de allí 1 hora hacia Haquira. El costo desde Cusco va de 40 soles en adelante. Qaqa Cárcel representa un monumento histórico clave para comprender la Colonia en los Andes. Esta cárcel monumental, ubicada a unas 6 horas de Cusco y accesible siguiendo las indicaciones en Google Maps hacia Haquira.