El viaje de las almas a Coropuna

Viaje de las Almas en la Sierra Peruana

En la pintoresca sierra peruana, las almas no emprenden el camino hacia el cielo celestial, como predica la religión católica. Aquí, las almas emprenden un viaje hacia el nevado Coropuna, ubicado en Arequipa. Este mito se centra en la travesía espiritual que realizan los espíritus durante varios días hasta alcanzar la cima del nevado.

Preparación y Ritos Funerarios en Apurímac

Cuando alguien fallece en Apurímac, se lleva a cabo la preparación de un «fiambre» para asegurar que el espíritu no carezca de provisiones en su viaje. Este fiambre consiste en pequeños costales llenos de productos comestibles cosidos y bien empaquetados, ceremonia que se realiza el día del entierro.

Riesgos en el Camino Espiritual

Durante el trayecto del alma, hay pueblos, como Allcco Llaccta (pueblo de perros), donde el alma enfrenta dificultades al cruzar anexos. Se explica que los muertos deben ir acompañados de un perro para ser defendidos de las manadas feroces que habitan en Alqo Llaqta. Si el alma va en solitario, sufrirá el dolor causado por la ferocidad de los animales.

Luego, se encuentra el desafiante río Mapa Mayo (río turbulento), posiblemente el punto más difícil del camino. Para superarlo, los viajeros vivos van a este punto a construir su propio puente, facilitando así el cruce cuando fallezcan. Aunque estos lugares existen en la realidad, no son pueblos habitados, sino lugares desolados. El río es un pequeño riachuelo que proviene del nevado Coropuna, y Alqo Llaqta está representado por piedras apiladas a un lado del camino.

Ritual de Despedida (despacho)

Ocho días después del fallecimiento, el alma se prepara para partir hacia el nevado. Pasado el mediodía, tres personas realizan una ceremonia especial que incluye una merienda y una tinka (ritual con aguardiente y coca para las mulas). Se dirigen a una zona designada donde incineran las cargas simbólicas, representadas por pequeñas cantidades de productos comestibles cosidos y huesos de caballos o mulas. Esto simboliza la carga del difunto en su viaje al nevado.

Predicciones

Luego de la incineración, el encargado, observando el humo, murmura sobre el próximo fallecimiento. Los peones inquietos realizan preguntas sobre el futuro y la salud de la comunidad. El encargado, sin titubear, asegura que todo estará bien, tranquilizando a la comunidad.

De regreso a casa, el encargado lleva uvas cargadas al hombro y las reparte entre los familiares en señal de haber acompañado al difunto hasta Coropuna. Este gesto simboliza la prueba de haber llegado a tierras lejanas, justificando así el viaje hasta Arequipa.

En la cosmología andina de la región de Arequipa, Perú, el imponente nevado Coropuna juega un papel central en las creencias sobre el más allá. Según la tradición local, este majestuoso pico nevado, que se eleva a más de 6,000 metros sobre el nivel del mar, es considerado el destino final de las almas de los difuntos.

Se cree que después de la muerte, el alma del fallecido emprende un arduo viaje espiritual hacia la cima del Coropuna. Este viaje no es directo, sino que implica atravesar varios pueblos y lugares simbólicos, cada uno con su propio significado en el proceso de transición al más allá.

Uno de los puntos más notables en este viaje místico es el «pueblo de los perros». Se dice que aquí, las almas se encuentran con los espíritus de los perros, que actúan como guías y protectores en su travesía hacia el nevado. Este concepto refleja la importancia de los perros en la cultura andina y su papel como compañeros leales, incluso más allá de la muerte.

nevado qoripuna
Nevado qoripuna

Otro hito significativo es el «río turbulento». Este río metafórico representa los desafíos y las purificaciones que el alma debe superar en su camino. Cruzar estas aguas turbulentas simboliza la transición final de la vida terrenal a la espiritual.

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