Baños termales Kilkata

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Foto de Américo Vásquez

las Aguas Termales de Kilkata son un destino fascinante que combina historia, tradición y propiedades curativas naturales. Este lugar mágico, situado a 3,800 metros sobre el nivel del mar en el distrito de Oropesa, provincia de Antabamba, ha sido un punto de encuentro para las comunidades locales durante generaciones.

Imagine un paisaje donde el vapor se eleva suavemente de la tierra, mezclándose con el aire fresco de la montaña. Aquí, en la cuenca del río Totora, afluente del majestuoso río Apurímac, las aguas termales emergen de las profundidades de la tierra, trayendo consigo minerales y calor que han atraído a visitantes desde tiempos inmemoriales.

La historia de Kilkata está profundamente entrelazada con las tradiciones de los pueblos andinos. Los habitantes de las comunidades cercanas, especialmente los del distrito de Virundo, han peregrinado a estas aguas año tras año, siguiendo rutas ancestrales que serpentean por las laderas de las montañas. Estas rutas pasan cerca del cerro Supayco, una montaña venerada como deidad por la población local, añadiendo un elemento de misticismo y respeto sagrado al viaje.

Al llegar a Kilkata, los visitantes son recibidos por una vista impresionante. En la margen izquierda del río, se encuentran los baños termales principales. Aunque las instalaciones son sencillas, reflejan la autenticidad y el cuidado de la comunidad local que las administra. Varios pozos de aguas termales invitan a sumergirse y relajarse, mientras que una casa de campamento ofrece un refugio básico para aquellos que desean prolongar su estancia.

Pero la verdadera maravilla de Kilkata se revela en la margen derecha del río. Aquí, la naturaleza ha creado un espectáculo único: una abertura en la tierra de donde brotan aguas termales a temperaturas que pueden alcanzar los 70°C. Este fenómeno natural no solo es impresionante de ver, sino que también ofrece una experiencia culinaria única. Los visitantes a menudo traen huevos y carne para cocinar directamente en estas aguas hirvientes, creando un festín inolvidable en medio de la naturaleza.

Acceso hacia Kilkata

Llegar a Kilkata es parte de la aventura. Los viajeros pueden elegir entre dos rutas principales. La primera, y quizás la más accesible, comienza en Abancay y pasa por Chuquibambilla, un viaje de aproximadamente cuatro horas. Desde allí, el camino continúa hacia Totora y finalmente a Kilkata, añadiendo unas horas más al viaje. Durante los meses secos, cuando las lluvias son escasas, se organizan tours esporádicos desde Chuquibambilla, ofreciendo una forma guiada de experimentar este tesoro oculto. Para los más aventureros, existe la opción de alquilar vehículos o incluso motocicletas en Totora para cubrir el último tramo del viaje.

La segunda ruta, igualmente pintoresca, lleva a los viajeros desde Abancay a Antabamba y luego a Kilkata y Chiccllmarca. Cada ruta ofrece sus propias vistas espectaculares y la oportunidad de experimentar la vida rural andina en su forma más auténtica.

Una vez en Kilkata, la hospitalidad de la comunidad local brilla. La comunidad administra una casa tipo salón que sirve como alojamiento gratuito para los visitantes. Este gesto de bienvenida refleja la calidez y generosidad de la gente de los Andes, haciendo que la experiencia sea aún más especial. El acceso a los baños termales tiene un costo modesto de tres soles por persona, un precio que mantiene estas aguas curativas accesibles para todos.

La experiencia en las aguas termales de Kilkata va más allá del simple baño. Muchos visitantes atribuyen propiedades medicinales a estas aguas, creyendo en su poder para aliviar dolencias y rejuvenecer el cuerpo y el espíritu. Este aspecto terapéutico, combinado con la belleza natural del entorno, crea una experiencia holística de bienestar.

Visitar Kilkata es sumergirse en un mundo donde la naturaleza, la historia y la cultura se entrelazan de manera armoniosa. Es un lugar donde el tiempo parece ralentizarse, permitiendo a los visitantes conectar con la tierra, con las tradiciones ancestrales y con ellos mismos. Ya sea que vengas buscando curación, aventura o simplemente un escape de la vida cotidiana, las Aguas Termales de Kilkata ofrecen una experiencia única que permanece en la memoria mucho después de que el calor de las aguas se haya desvanecido.

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