En las alturas de Apurimac, a más de 3400 metros sobre el nivel del mar, habita un ave tan misteriosa como fascinante: el Mayuchullo. Este pájaro, de plumaje blanco con tonos grises, se camufla perfectamente entre las rocas de los ríos andinos, haciendo de su avistamiento una tarea casi imposible para el ojo inexperto.
Lo que hace verdaderamente especial al Mayuchullo no es solo su rara belleza, sino una característica única: su capacidad de producir un líquido rojizo que deposita en pequeñas cavidades naturales de las rocas cercanas al río. Este líquido, conocido localmente como «aqa mayuchullo» o «la bebida del pájaro misterioso», es el centro de leyendas y creencias ancestrales.
Para los pueblos andinos, el Mayuchullo no es un simple pájaro; es un ser sagrado con poderes curativos. La tradición local sostiene que el líquido rojizo que produce tiene la capacidad de aliviar los síntomas de la epilepsia. Esta creencia ha llevado a muchas personas afectadas por esta enfermedad a emprender largos viajes en busca del esquivo pájaro y su preciado líquido.
Los testimonios de quienes han utilizado el «aqa mayuchullo» para tratar la epilepsia son sorprendentes. Muchos aseguran haber experimentado una disminución en la frecuencia e intensidad de las convulsiones, y algunos incluso hablan de una remisión completa de la enfermedad. Estas historias han contribuido a aumentar la fama y el misterio que rodean a esta ave.
Sin embargo, encontrar al Mayuchullo o su líquido curativo es una tarea extremadamente difícil. Estas aves son conocidas por su timidez y tendencia a evitar el contacto humano, prefiriendo los rincones más remotos y aislados de los ríos del departamento de Apurímac. Solo unos pocos afortunados, generalmente habitantes locales con un profundo conocimiento del terreno, logran avistarlas o encontrar el preciado líquido.
A veces, el encuentro con un Mayuchullo ocurre de manera inesperada. Los pescadores de la zona ocasionalmente capturan uno en sus redes mientras pescan. Cuando esto sucede, el ave es tratada con gran respeto y cuidado, y a menudo es guardada como una valiosa fuente de medicina.
El hábitat del Mayuchullo se limita a ríos de gran altitud, donde viven en parejas o pequeños grupos de hasta cuatro individuos. Su presencia es un indicador de la salud del ecosistema andino, ya que requieren de aguas limpias y un entorno natural bien conservado para sobrevivir.
La leyenda del Mayuchullo es más que una simple historia; representa la profunda conexión entre los pueblos andinos y su entorno natural. Es un recordatorio de cómo la naturaleza, en su infinita sabiduría, puede ofrecer soluciones a problemas que la medicina moderna aún lucha por resolver.
Significado de Mayu Chullu
La imagen captura el hábitat y el comportamiento del ave Mayuchullo, cuyo nombre cobra ahora un significado más profundo. «Mayu» significa «río» y «chullo» se refiere a «remojar en el agua». Este nombre describe con precisión la actividad del ave: remojar o sumergir algo en el agua del río.
Una roca plana junto a un río pedregoso, con una depresión ovalada natural llena de agua. Esta formación es ideal para que el Mayuchullo deposite su líquido rojizo medicinal, cumpliendo así con la acción que su nombre sugiere.
La cavidad en la roca, pulida por el agua a lo largo del tiempo, forma una pequeña poza que retiene el agua y potencialmente el líquido del ave. Su ubicación, cerca del flujo del río y rodeada de otras rocas, ofrece el ambiente perfecto para que el Mayuchullo realice su ritual de «chullo» o remojo.
Este microhábitat ejemplifica cómo la naturaleza ha creado el escenario ideal para la leyenda del Mayuchullo. La poza podría ser uno de esos lugares sagrados donde los conocedores locales buscan el «aqa mayuchullo», esperando encontrar sus propiedades curativas.